¿Qué es el perdón de Dios sino la Tierra que gira, la estrella que alumbra, la inocencia de los animales, el esfuerzo constante de nuestros órganos y su lucha incesante contra la enfermedad, el fuego que crepita en deseos de oxígeno, la hierba, el pelo, las uñas que vuelven y vuelven a crecer, el retorno de la primavera, las lágrimas de las montañas, la tozudez de las olas, la perpetuidad del alba, la siempre presente oportunidad? ¿Qué es el perdón de Dios sino la mayor fuente de nuestra dicha?