24/6/12
Escucho Extremoduro en un merendero
Hundo mis dedos en algo que fue virginal
Agonizo en las orillas de una tarde interminable
Presto atención a un papanatas anónimo
Observo un cementerio como quien mira al mar
Tacho un buen verso porque, en ese momento, me parece deprimente
Quedo con la soledad a las 7 menos cuarto y me deja tirado
Acudo a conciertos cuyas melodías son afluentes de mi alma
Leo a Pizarnik y me da miedo entenderla de esa manera tan nítida
Hago reír a una desconocida
Me preguntan si vendo cocaína
Busco en un antiguo cuaderno y encuentro que, años atrás, escribí lo siguiente:
"Nicotina, condones usados,
y turulos con empacho/
Sordidez bien tratada/
En todo eso encuentro niñez"
Transformo una conversación en algo que recordar
Decepciono con soltura
Paseo entre panaderos y oficinistas con mil demonios pujando por salir
Me siento tan bien que busco una llave que me encierre para siempre en ese lugar
Whitman asoma la cabeza desde el interior de mi carótida
Permanezco en silencio hasta que ya no puedo más
Vivo lo que escribo y escribo lo que vivo
Cojo mi trineo y me dejo llevar por el plan que las constelaciones sugieran
Me enfrento a mi sombra y gana ella
Un encefalograma plano, con el coño planchado por el uso, me malinterpreta
Descubro a Henry Miller y lo comparo conmigo. Me gusta pero no me impresiona
Rezo por almas que, un día, pude tocar
Me excito como el peor sátiro del mejor libro
Compro tabaco y fumo sin ganas
Bebo con ganas
Comparto mis días
Bruno Gerrú