22/11/11

carta a un peluquero

sobre las chicas lo mismo te digo, de veras,
con la situación presente, elegir a cualquiera me sería indiferente,
incluso me aventuraría con la tercera, por su semblante sonriente.
Fotografías de gran nitidez y expresividad en un salón de peluquería,
¿la madre de mis hijos? con cualquiera de ellas,
hermosas criaturas a este mundo vendrían.

Atiende a lo que dice la sabiduría, dicen algunos muertos
no te jode digo, tú, que ya tienes la picha fría.
Y es que está a la orden del día,
o te avispas y a buen polen cortejas
o te verás haciendo punto con las viejas.

En bikini se pasean con orgullo hembras de gran calibre
mientras sopla este levante a rachas y molesto,
si acaso bueno pues levanta faldas
y cuando alguno bien ubicado admira lo que llevan puesto
marcha pedaleando de buena gana afortunado,
sin saber que en la esquina morirá atropellado,
y libre ya del desecho sideral su biógrafo escribe.

Me agradecerás en un futuro no haber apostado un duro
por tu aventura en el extranjero
pues Alemania ya se lleva dentro,
aunque en salones de belleza no sería yo propicio
si rodeado de mujeres tan hermosas me aseguro
de no armar exagerado estropicio,
fuera ser que en el fondo no hubiera mejor por conocer;
y así, se esconde la sombra en el bolsillo y a otro menester,
pelillos a la mar, no hay mal que por bien...

Me notarás ausente, desengañado, y no es para menos;
en un mundo saturado de gente en la cola del paro,
en mi madriguera me rasco e hiberno en verano
mientras me pregunto cuando terminarán por darme el palo