Shbag: Llaman gallegos a todos los españoles, pero no solo los chilenos. Los chistes de gallegos (refiriéndose a españoles en general) están extendidos por toda Latinoamérica. En cuanto a los gallegos, me caen bien, pero supongo que para muchos es complicado tratar con alguien que contesta con una pregunta (insisto, si el estereotipo es cierto).
Plad-Ur: En los estereotipos suele haber algo de cierto.
Shbag: Sin duda. Se refieren a una realidad histórica y a grandes rasgos. En ese sentido, son ciertos. Pero no hay que olvidar que lo histórico es histórico y el tiempo pasa. Por ejemplo, los mexicanos piensan que los españoles no paramos de decir "jolines". Esa palabra dejó de usarse en España de manera generalizada hará unos 20 años.
Plad-Ur: Pues sí, y más vale no decirla hoy en día. Supongo que ni siquiera la globalización consigue borrar las distancias.
Shbag: La globalización es económica: la globalización del capitalismo. La globalización de la cultura está lejos de lograrse plenamente.
Plad-Ur: Ni internet ni la TV consiguen esa hazaña. En tv nos cuentan lo que quieren, y en internet buscamos solo lo que queremos.
Shbag: La tele es inútil en ese aspecto. Yo suelo decir que, en la tele, todo es mentira. Internet es la nueva biblioteca de Alejandría y, por tanto, es un buen medio para lograr la globalización de la cultura bien entendida, pero también es cierto que en Internet hay mucho grano, pero mucha más paja; en el sentido que quieras lo de paja.
Plad-Ur: Sí, porque el problema no son los medios, sino lo que hacemos con ellos. Y eso a un ser humano donde mejor se le enseña es en su propia casa. Va a tener razón Ojodoro cuando dice que todo empieza en la familia. Es la raíz de la civilización humana.
Shbag: A muchos les puede parecer una idea trasnochada la defensa de la familia, pero es cierto. La organización de tipo tribal nunca me ha parecido mala. Lo que pasa es que, hoy por hoy, habría que definir la palabra "familia" (como otras muchas palabras) para saber de qué estamos hablando.
Plad-Ur: Me refiero al árbol genealógico de cada uno.
Shbag: Yo le decía a mi mujer el otro día, en tono de broma, después de escuchar historias de las familias de los amigos de mi sobrina, que la generación actual ha doblado las familias de la nuestra. Antes teníamos dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, etc. Ahora tienen cuatro padres, ocho abuelos… porque tienen un padre, su pareja, una madre y su pareja. Y así sucesivamente.
Plad-Ur: Sí, la relación entre las distintas parejas es la que en principio marca el árbol genealógico, incluso sin haber parentesco.
Shbag: Habría que ser un tanto estrictos en ese aspecto a la hora de hablar de familias, porque si no, no hay quien se entere.
Plad-Ur: Eso me recuerda a Freud. El tema de la familia, de la infancia, ya empezaba a estar claro por entonces. Lástima que Freud creyera poder curar a otro ser humano solo mediante la conversación.
Shbag: Sinceramente, no creo que la intención de Freud fuera curar. Puede que su investigación sea utilizada para curar, pero no creo que fuera su finalidad principal.
Plad-Ur: ¿Y qué quería, investigar sin más?
Shbag: En mi atrevida opinión, sí, esa era su finalidad. Entender la mentalidad humana, sirva o no sirva eso para curarla. Creo que lo que movía a Freud era más la curiosidad que el altruismo.
Plad-Ur: Así que en cierto modo era como aquellos primeros "médicos" que abrían animales solo por ver lo que había y tomar notas. Quizás Freud fue a la psicología lo que un anatomista a la medicina: mero afán por saber lo que hay.
Shbag: Saber lo que hay… no dista mucho de las motivaciones de Eva al probar la fruta del árbol de la ciencia.
Plad-Ur: Pues sí, y en el caso de Eva, la lió bien gorda. Me pregunto por qué la Biblia pone a una mujer como culpable.
Shbag: En la simbología bíblica, la mujer representa el cuerpo y el hombre el alma, el espíritu o la mente. Cuando se dice que Eva probó el fruto prohibido, se está hablando de que el ser humano (hombres y mujeres) es proclive a caer en la tentación del materialismo. Una metáfora válida hace varios milenios (no se debe juzgar el pasado con los ojos del presente), pero hoy en día debemos interpretarlo así. De esta forma evitamos caer en la interpretación fácil de que la Biblia dice que el hombre es superior a la mujer.
Plad-Ur: Me parece muy buena interpretación.
Shbag: Vale que indudables sabios como Platón o Buda hablen mal de la mujer (como concepto simbólico, no como persona), pero hoy en día debemos interpretar los símbolos desde la certeza de que ningún sexo es superior al otro. Para llegar a esa conclusión, pensemos en el relato de la creación del hombre. Cuando Dios creó a Adán, no vio la necesidad de crear a otro ser humano; pero eso no tiene sentido desde el punto de vista científico. Se supone que Dios creó hombres y mujeres desde el principio, para asegurar la permanencia de la especie. Así que Adán representa a la humanidad en su conjunto. De hecho, representa lo que tenemos en común hombres y mujeres: el alma. Y cuando creó a Eva, por aquello de que no es bueno que el hombre esté solo, nos habla de esas diferencias entre hombres y mujeres, precisamente aquello que hace que las relaciones entre los seres humanos sean más completas y satisfactorias. Además de esto, es indudable la utilidad de la sexualidad en ese aspecto. Por tanto Eva, al ser ya dos seres humanos diferentes, representa lo que nos diferencia a hombres y mujeres: el cuerpo. Así que cuando decimos "Adán" nos estaremos refiriendo a lo espiritual y cuando decimos "Eva", nos referiremos a lo material: visto así, no hay machismo.
Plad-Ur: Muy bien visto. Deberías escribir un libro sobre la Biblia, aunque te llevaría mucho tiempo.
Shbag: Bueno, sería arduo y ambicioso, pero sí es verdad que tengo varias interpretaciones muy heterodoxas que pondrían en pie de guerra a más de un clérigo.
Plad-Ur: Sí, pero la polémica es solo una consecuencia. Las interpretaciones de la Biblia deben estar siempre adaptadas a los tiempos que corren. Hay que coger los libros sagrados y hacer que den a la gente lo que necesita. Una vez me dijiste que hay muchos libros que interpretan la Biblia. Pero me pregunto si hay muchos libros interpretando la Biblia entera y haciendo de ello algo constructivo. Ya sabes que Ojodoro escribió un libro así, no muy convincente a mi parecer.
Shbag: En realidad es muy sencillo: la esencia de la Biblia es el amor, y todos entendemos en el fondo lo que es amor y lo que no lo es. Si alguna interpretación contradice al amor, no es correcta. Así de sencillo. ¿Hay alguna interpretación totalmente correcta? Rotundamente no, aunque muchos lo han intentado. Desde católicos ortodoxos como el papa Benito hasta agnósticos que sienten simpatía por Jesús como hombre. Lo importante es quedarse con lo bueno de cada interpretación. Saber distinguir lo que es la Verdad y lo que es solo la verdad del autor.
Plad-Ur: Es inevitable que el libro contenga la verdad del autor, al menos en parte. Lo importante es que esa verdad, sea la del autor o sea la Verdad, sirva a más gente.
Shbag: Exacto. En cuanto a Ojodoro, lo que habría que analizar es qué amor incluye en su interpretación o “explicación” de la Biblia.
Plad-Ur: Amor intelectual, emocional, creativo y corporal. O dicho de otro modo: amor de pensamiento, de emoción, sexual y de acción.
Shbag: Sí, el amor atañe a todos los aspectos de esa unidad múltiple que es el hombre. Para la gran mayoría, el amor es un sentimiento. Algo que nos viene dado y que no podemos controlar. Una especie de dictador que saca a relucir nuestro lado más egoísta. Una pasión desenfrenada que se va tan impetuosamente como viene. No es ese el amor al que me refiero yo.
Plad-Ur: Supongo que en Latinoamérica esa concepción del amor es la más extendida.
Shbag: En México, por ser tan melodramático, por supuesto; pero en el resto del mundo también. Casi todo el mundo dirá que el amor es un sentimiento. Eso tiene las implicaciones que antes mencioné. Decir que el amor es un sentimiento me parece que es decir muy poco. Traducido a lo que estamos diciendo sobre el hombre, es decir que el amor afecta a la parte emocional del hombre, pero ¿qué hay de las otras partes? Las otras tres, si hacemos caso a Jodo. La tendencia actual de mis creencias es muy holista, tiendo a considerarlo todo como una unidad múltiple. Como ya he dicho en otras ocasiones, definir el amor es equivocarse, pero si se trata de dar la mejor definición posible (o la menos mala) hay que tener en cuenta esa unidad.
Plad-Ur: Si la gente lo considera solo un sentimiento, es porque eso es precisamente lo que percibe, y nada más. Porque, ¿cómo se percibe la unidad múltiple?
Shbag: Siendo conscientes de que, en realidad, no hay división entre las diversas partes. Lo emocional no está separado de lo intelectual, lo corporal y lo creativo, del mismo modo que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, sin dejar de ser un solo Dios. Una vez leí una de esas definiciones "menos malas": alguien dijo que el amor es un deseo de segundo grado. Es decir, un querer querer. Por eso, amar no es lo mismo que querer. Quien dice "te quiero", está expresando un deseo, una consecuencia de un sentimiento incontrolable. El amor no es querer, sino querer querer. Hay un ejercicio de la voluntad en él.
Plad-Ur: ¿Me estás diciendo que el amor es racional?
Shbag: Es racional, es sentimental, es instintivo y es espiritual.
Plad-Ur Exacto. Por eso no es suficiente querer querer. También tiene que haber otra cosas.
Shbag: Claro. Si el amor no provocara sentimientos, no lo querríamos. Si no tuviéramos instinto, seríamos frías máquinas que nada querrían, salvo lo que necesitaran para su supervivencia. Y si no tuviéramos espíritu, el amor no sería más que un acto sexual, una pasión sin objetivo o la realización de una necesidad de alto nivel. No tendría fruto ni transcendencia.
Plad-Ur: A eso me refiero. Hay un ejercicio de voluntad, pero ¿qué mantiene esa voluntad? ¿Puede uno querer querer solo porque sí? Yo creo que no. La voluntad la mantiene en pié un sentimiento. Muchos dicen que el amor no tiene nada que ver con una llama que arde; dicen que eso pertenece a un amor irracional, o más inmaduro. Pero, ¿por qué negar que incluso una forma madura (o evolucionada) de amar requiere de una llama? La llama es temporal, sí, pero ¿qué problema vemos en esto, cuando también la vida es efímera? Hay que intentar mantener siempre algo ardiendo por dentro. Cada cual como considere conveniente. Por eso, y siempre que sus actos no dañen a nadie, jamás se me ocurriría criticar a un ser humano por querer mantener la llama haciendo lo que sea necesario. Desde mi punto de vista, aquel que se esfuerza por mantener la llama está, esencialmente, luchando por su vida humana. Porque estar vivo, para un ser humano, es mucho más que el acto de existir. Necesitamos existir con plenitud. Los animales no tienen que preocuparse por esto, puesto que ya les viene dado. En el ser humano, en cambio, las mismas capacidades que nos hacen mirar hacia las estrellas son las que deterioran otras partes más instintivas de nuestro cerebro. El cerebro racional, el abstracto, apunta hacia arriba mientras aguijonea lo que tiene debajo. Pero, ¿es de extrañar que nuestro instinto mamífero, nuestra visceralidad reptiliana se vea dañada, cuando lo que intenta el racional es nada menos que echar raíces en ella? Al racional no le queda otro remedio; de lo contrario no podría existir. Pero echar raíces es difícil, requiere tiempo.
Shbag: Sí, y esas raíces son fundamentales para conseguir el equilibrio y, por lo tanto, la plenitud. Puede decirse que el amor es la gasolina y la voluntad el volante y el freno. El instinto podría compararse con el acelerador, las ruedas y la carrocería. Tenemos el coche completo y con capacidad para moverse. Pero falta algo, que es lo que nos da el espíritu creativo: el objetivo. Sin saber a dónde vamos, el coche no viajaría; solo deambularía.
Plad-Ur: Es importante saber a dónde vamos, sí; aunque ese lugar a veces haya que inventárselo.
Shbag: Si no hubiera que inventarlo, ¿dónde estaría el espíritu creativo?