Carmencita: Hola, mi problema es que tengo un pecho un poco más grande que otro, ¿creéis que esto importa a los chicos?
Querida Carmencita:
Para nada. Es más, a los hombres nos gusta muchísimo que un pecho sea más grande. Si puede ser, entre tres y seis veces mayor que el otro. No sé por qué, nos encanta esa desproporción. Y te digo más, ojalá tuviérais uno de ellos de otro color, negro o morado, eso sería un sueño. Si supieras la cantidad de veces que nos masturbamos imaginando chicas con tetas dispares… Como sabrás, internet está llena de fotomontajes de chicas con una teta de cada clase. Es una locura: fotos de muchachas con una teta suya y la otra de vieja, pellejosa y caída. O de cabra. Oh, eso sí que nos pone realmente a cien. Híbridos de mujer con animal. Yo ahora mismo me estoy masturbando mientras escribo esto.
Pero bueno, no te preocupes, esto es normal. Ya deberías saber que todas las mujeres tienen siempre un pecho mayor que el otro. Del mismo modo que los hombres tenemos un testículo más grande que su gemelo. Yo mismo tengo mi huevo izquierdo mucho más colgandero que el derecho. De hecho, y perdóname la confianza, el izquierdo lo tengo como un poquito desdibujado. Mientras que el derecho siempre se mantiene prieto y, por qué no decirlo, incólume y desafiante ante el mundo, el siniestro presenta una textura como más acuosa, está como menos definido. Cuando me exploro los huevos, tarea que llevo a cabo muy a menudo, siempre me sorprende su textura. Contiene incluso como unos grumos junto a la bola tipo cojinete (o cojonete, jaja, qué afortunado juego de palabras, ¿no crees?). Llevo ahí algunos filamentos semi-gelatinosos. Llegué incluso a preocuparme, imaginando que tal vez pudiera tener algún tipo de tumor y acudí a la consulta del médico de cabecera. Él hombre me masajeó un poco los huevos (tarea ingrata pero necesaria, que alguien tenía que hacer) y me tranquilizó, diciéndome que aquello era normal. Nos pusimos muy contentos ambos y nos besamos en la boca y fue aquella, sin duda, una de las mejores sesiones de sexo sodomita que he vivido jamás.
De todas maneras, si te sientes incómoda por tu diferencia de tamaño entre senos, puedes recurrir a un sencillo truco. Preséntate siempre a tus amados en escorzo, de lado, ofreciendo siempre a la vista el pecho pequeño en primer lugar. Una vida de canto es un precio muy menor que pagar a cambio de la completa seguridad en ti misma.
Bueno, Carmencita. Espero que mi respuesta te haya quitado miedos y te haya servido de ayuda. A mí me ha gustado mucho responderte, tenía muchas ganas de hablarle un rato a una chica desconocida sobre mis cojones.
Berto Romero