21/2/12

Un anciano

En el lado de adentro del bullicioso café inclinado sobre la mesa, está sentado un anciano: con un diario delante, sin compañía. Y en el desmedro de la aciaga vejez piensa qué poco gozó los años en que tenía fuerza, y palabra, y apostura. Sabe que ha envejecido mucho; lo siente, lo ve. Y sin embargo el tiempo en que era joven parece como ayer. Qué breve espacio, qué breve espacio. Y medita cómo le engañó la Prudencia; y cómo siempre confió en ella -¡qué locura!-, la mentirosa que decía: "Mañana. Tienes mucho tiempo". Recuerda los ímpetus que contenía; y cuánta alegría sacrificada. Cada ocasión perdida se burla ahora de su necia prudencia. ...Pero de tanto pensar y recordar un vértigo le invade. Y se queda dormido apoyado en la mesa del café.


Konstantinus Kavafis