6/7/11

XXVI

Mañana me llega el momento,

mañana me juego la vida.

En unas horas, unos minutos,

el tiempo se rehará a sí mismo.

Intento mantener la calma

y estar tan poco dispuesto

como abierto a la derrota;

Mañana me llega el momento,

mañana me juego la vida.

Escribo este poema

para declarar mi victoria,

para no tener que rehacerlo

de cero y poder

continuarlo con alegría.

Mañana me llega el momento,

mañana me juego la vida.

Mantengo la calma

porque sé que no importa,

no existe verdugo alguno

sino sólo un pobre suicida

y todo es fruta merecida.

Pretendo seguir este poema

cuando todo haya ocurrido,

mañana al mediodía

llegará el grito sin tregua

de vaga condena o algarabía;

Mañana, la pena o la gloria.

Mañana me juego la vida.

-

Hoy, que no es ya mediodía

sino la noche profunda,

cansado de estar despierto

tantas horas sin pausa,

Ahora, que ya no es ayer

ni es aún mañana,

he ganado la guerra:

guerra fría de emociones sin causa

sucia y violenta como ninguna.

Sigo herido por ser de carne

pero nunca fui herido sin cura;

pronto, y sólo de verlo

me lleno hasta arriba,

cruzaré la puerta para no volver.