7/8/11

aliento vivace

Se puede vivir dos meses sin comida y dos semanas sin agua, pero sólo se puede vivir unos minutos sin aire.
[Maestro Hung Yi-hsiang]

Según los taoístas, la nutrición obtenida del aire por medio de la respiración es aún más importante para la salud y la longevidad que la obtenida de los alimentos y la bebida por medio de la digestión. Así como la dieta afecta al equilibrio bioquímico del cuerpo, la respiración afecta a su equilibrio bioeléctrico.

Básicamente existen dos tipos funcionales de respiración: la limpiadora y la energizante. La respiración limpiadora desintoxica el cuerpo y se centra en la espiración. La respiración energizante recoge y acumula energía vital, y se concentra más en la inspiración. Aunque hoy en día la gente no suele prestar mucha atención a cómo respira, todo el mundo practica espontáneamente estas dos clases de respiración a lo largo del día, siempre que las toxinas de la sangre alcanzan un nivel crítico o la energía comienza a menguar. Así, el suspiro es un ejemplo de respiración limpiadora espontánea, pues consta de una inspiración rápida seguida de una espiración larga y forzada. El bostezo, en cambio, es un ejemplo de respiración energizante espontánea: una inhalación larga, lenta y profunda, brevemente retenida en los pulmones y seguida de una exhalación relativamente corta.

El Qigong (también escrito chi-kung), que significa al mismo tiempo «ejercicio respiratorio» y «control de la energía», ha sido una rama reconocida de la medicina china desde hace más de 2.000 años. Recordemos que la palabra china Qi (o chi) significa «aliento» y «energía», además de «aire». Una de las primeras referencias a esta forma de terapia médica aparece en una inscripción encontrada en 12 tabletas de jade fechadas a mediados del siglo VI a. de C.:

Al respirar, hay que proceder de la siguiente manera: retener el aliento abajo y dejar que se acopie. Cuando se haya acopiado, se expandirá. Cuando se expande, se hunde hacia abajo. Cuando se hunde hacia abajo, se acalla. Cuando se haya acallado, se solidificará. Cuando se solidifica, empieza a crecer. A medida que crece, es atraído hacia adentro y hacia arriba, y llega hasta la coronilla. Por arriba, empuja hacia la bóveda del cráneo. Por debajo, empuja hacia abajo.
Quien siga este método tendrá una larga vida. Quien vaya contra él, morirá prematuramente.

Al igual que todos los regímenes taoístas para la salud, la respiración se basa en el equilibrio Yin/Yang y la armonía de los Tres Tesoros. Del mismo modo en que una dieta correcta refuerza las reservas de esencia nutricional del cuerpo, la respiración correcta refuerza el suministro de energía vital. Puesto que aliento y energía forman un puente entre cuerpo y mente, la respiración puede ser controlada tanto física como mentalmente, y es la única función vital que escapa a la división entre el control voluntario y el involuntario. Si no se le presta atención, la respiración se produce de forma tan espontánea y natural como el latir del corazón; cuando es controlada por la mente, la respiración se vuelve tan voluntaria como el andar y puede utilizarse para regular todas las demás funciones vitales, tales como el pulso cardíaco, la presión de la sangre, el metabolismo digestivo, la eyaculación, la secreción de hormonas y demás. Debido a su posición de bisagra entre el cuerpo y la mente, la respiración constituye el elemento más importante de por sí en todos los regímenes taoístas para la salud y la larga vida.

Las escuelas taoístas de la alquimia interior, que florecieron durante los primeros siglos de nuestra era, consideraban el aire como la «esencia» última de la naturaleza. Su objetivo era purificar el cuerpo y la mente hasta el extremo de que podían alimentarse exclusivamente de aire y agua, dieta que denominaban «cenar con viento y sorber rocío». El Qi, la energía vital contenida en el aire, estaba considerado como un «nutriente». Esta antigua idea taoísta halló un extraño eco occidental en la doctrina llamada Breatharian (que podríamos traducir libremente como «Respiranianos»), propagada en los años 30 por una Sociedad de la Ciencia Natural con sede en Maitland, Florida (EE.UU.). El 3 de mayo de 1936, presentaron a la prensa a una mujer que, según aseguraban, tenía 68 años de edad y no había consumido ningún alimento sólido en 56 años. Según los informes de prensa, mostraba todo el aspecto y el comportamiento de una niña inocente.

Aunque sólo los más avanzados adeptos pueden llegar a lograr el objetivo de sustentarse únicamente con el viento y el agua, todas la personas, incluso las más corrientes, pueden cultivar el control respiratorio como eficaz método para mejorar la salud y prolongar la vida. El acto de respirar no sólo extrae Qi del aire, sino que también impulsa y distribuye el Qi por todo el cuerpo, a través de la invisible red de canales de energía denominados «meridianos». Los meridianos transportan la energía vital por todo el cuerpo, y, cuando se obstruyen, se presenta un estado denominado de «estancamiento de la energía». Este bloqueo de la energía es causa de una insuficiente circulación de la sangre, lo que a su vez provoca trastornos tan frecuentes como letárgia, fatiga crónica, irritabilidad, dolores de cabeza, mala digestión, debilitamiento de la libido y demás. Puesto que «la energía gobierna la esencia», la mala circulación de la sangre y todos los trastornos que conlleva habitualmente pueden ser curados mediante una correcta respiración.

A lo largo del Canal de Función, que discurre desde la lengua por la parte delantera del cuerpo hasta los genitales, se hallan tres centros de energía vital denominados respectivamente dantian («campo del elixir») superior, medio e inferior. El punto superior se encuentra situado directamente entre los ojos y por detrás de ellos, y se asocia con las glándulas pituitaria y pineal; el punto central está situado en el plexo solar y se asocia con el corazón; el inferior queda unos cuatro o cinco centímetros por debajo del ombligo, a medio camino entre la pared abdominal y la columna, y se asocia con los órganos y glándulas sexuales. El centro inferior, que actúa como una especie de imán para acumular energía, se llama Qihai, literalmente «mar de energía», y es el punto en que se concentra la mente durante los ejercicios respiratorios.

Los adeptos taoístas conceden una extraordinaria importancia al ombligo. El médico Chang Chin-chiou, de la dinastía Ching, describió el papel del ombligo en su comentario sobre el Clásico de medicina interna del Emperador Amarillo:
El hombre nace conectado por el ombligo a un cordón umbilical, y el ombligo está conectado al Campo del Elixir inferior, que es el Mar de la Energía. Así, el ombligo constituye el Portal de la Vida. El feto recibe la vida por la abertura de este Portal, y el niño ingresa en este mundo cuando se cierra. Por consiguiente, en su condición de manantial de energía viva, esta región es la fuente del bienestar del hombre y de su malestar, de su fuerza y de su debilidad. Cuando la energía aquí es fuerte, todo el organismo es fuerte. Cuando es débil, todo el organismo se debilita.

El ombligo es donde se encuentran el Fuego y el Agua, donde residen el Yin y el Yang. Es el mar de la esencia y la energía, la puerta de la vida y la muerte.
Los taoístas descubrieron el papel vital que desempeña el bajo abdomen en la respiración limitándose a observar la naturaleza, sobre todo a los bebés y animales recién nacidos. Observe cómo respira un perro o un gato cuando está descansando y comprobará que su abdomen -no su tórax- se expande y se contrae rítmicamente. Cuanto más tiempo permanecen en reposo, más lentas y profundas se vuelven estas contracciones abdominales.

En la tradición china, la terapia respiratoria es medicina ortodoxa. Además de asimilar y hacer circular la energía vital, la respiración profunda da un masaje a los órganos y glándulas internos, limpia los tejidos de toxinas, depura la corriente sanguínea, estimula las secreciones de hormonas y mejora notablemente la resistencia y la inmunidad. Nuestro viejo maestro de siglos ha, el doctor Sun Ssu-mo, escribió acerca de la respiración terapéutica en sus Recetas preciosas:
Cuando se practica la respiración correcta, la miríada de enfermedades no se presentan. Cuando la respiración está deprimida o forzada, surgen toda clase de afecciones. Quienes desean cultivar su vida deben primero aprender los métodos correctos para controlar el aliento y equilibrar la energía. Estos métodos de respiración pueden curar todas las enfermedades, grandes y pequeñas.