31/8/11

XLVI (Epístola a la sombra)

Criaturas de la noche que crecéis en mi alcoba:

sed lo que el vuestro meollo os mande,

no ignoréis los vuestros mandatos viscerales,

sed siempre sed de miedo y de sangre,

no dejéis al alba caer en todavía ;

pues deciros debo que os temo menos

que a los demonios danzantes del día,

que a la ignorancia insolente y sonante

de transeúntes de vida inconsciente.

¡Sonad, pasos lentos y malditos,

arrastrándose tras mi puerta!

¡Crujid, paredes y vidrieras,

en aquesta tormenta que no mengua!

Morad aviesos tras mis cuatro paredes

mientras mi gran carcajada perpetua

se expande por aire y por tierra

sonora e irreverente,

que igual que (a) vosotros acecha.

Hermano búho, amigo grillo,

callad al gallo y al ave,

que sus horas ya son suficientes.