31/5/11
Cerebrando (René y Litus)
30/5/11
a los que no ven en mis espejos
que siento en el pecho
la línea que separa
que me eleva en un segundo de eternidad
en algún rincón de cal
perdido en la ciudad profunda.
27/5/11
asedio (rene y litus)
- No te aventures. Nunca se conoce bien a nadie, entre otras cosas porque no hay nada que conocer, y lo que creemos que es interesante en una persona no es más que su superficie ¿Cuánto tardaste en descubrir algo tan simple como que nada es mejor que algo, que nada anda por debajo de nada? Puede que se trate de un caso de traslado.
- ¿traslado?
- Exacto. La obsesión por sí mismo le debía aburrir, así que la trasladó a otro terreno. Por la boca esputamos nuestras obsesiones. Por las palabras y por las costumbres que desencadenan el movimiento de nuestra garganta y lengua, te diré dónde reside la obsesión.
- Así pues, ¿cuál sería mi obsesión, ya que me has oído hablar cientos de veces?
- La verdad es la musa que más veces te traiciona a lo largo del día, pero no posees el don del palique. Has comprobado demasiadas veces lo bien avenido que resulta el matrimonio entre conocimiento y vanidad.
23/5/11
y aunque mil líos y dioses sean peor
que una plaga de mildiu,
ella vino mejor que el peor vino.
E
Mis ojos de pez muerto
No he podido llorar
a motor caliente de rutina
llevo mi apariencia bruta de intelecto
recibo el cambio con dolor
subo al autobús con pestañas entreabiertas
mi sitio está decidido a ser cualquiera
no he llorado porque no sé si defiendo
o si estoy demasiado ocupado con el gris
de la ciudad somera;
mi llanto busca susurrar al vecino
como un viento inaudible pero frío –
comunica pero no habla de soluciones
arraigada en la gota siento la derrota
mis ojos serían una antología de fallas
tal vez no lloro para no recordarles
a estos pasajeros que todo es una trampa
que el dolor es inútil advertencia
me concentro en el libro
su elevación de la muerte y neurosis
me siento carne, piel y pulpo de mente
un cuerpo arrebatado por el símbolo
pero por debajo de todo
lágrimas de fuego,
plena llama de instinto
indómita sed de motín
mi ventana
salvaje obra de color
acepta mis ojos de pez muerto
miro con desasosiego la trivial
importancia del orden, la civilización –
sumido en los ojos de los otros
ahora veo estos pasajeros, fieles estatuas
en sensata postura ante la terrible e inmediata
posibilidad de un hecho sin precedente:
mis húmedas mejillas.
22/5/11
Cioran
el gran dragón II
Cuando durante zazen digo “no moverse, no moverse”, esto significa de hecho no permanecer sobre un pensamiento, dejar pasar los pensamientos. Permanecer en perfecta estabilidad significa en realidad no permanecer. No moverse significa en realidad moverse, no dormir. Esto es como una peonza que gira: se la puede considerar inmóvil, pero se encuentra en plena acción. Solamente puede verse su movimiento cuando parte al comienzo y cuando se detiene al final. De esta manera, la tranquilidad en el movimiento es el secreto del kendo, la Vía de la espada. Y también el secreto del Budo y del Zen, que tienen el mismo sabor.
Deshimaru Taisen, "Zen y artes marciales"
hacen obras
E
21/5/11
kuma´s evasion
He perdido de vista por qué me fui;
Así que, ya no hay árbol, ni hay hoguera;
J
18/5/11
Pensamiento de Buda sobre la humanidad
y luego pierden el dinero para recuperar la salud
y por pensar ansiosamente en el futuro,
olvidan el presente de tal forma, que acaban por no vivir
ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fuesen a morir,
y mueren como si nunca hubiesen vivido..."
Los vicios del mundo moderno
Los delincuentes modernos
Están autorizados para concurrir diariamente
a parques y jardines.
Provistos de poderosos anteojos y de relojes de bolsillo
Entran a saco en los kioskos favorecidos por la muerte
E instalan sus laboratorios entre los rosales en flor.
Desde allí controlan a fotógrafos y mendigos que deambulan por los alrededores
Procurando levantar un pequeño templo a la miseria
Y si se presenta la oportunidad llegan a poseer a un lustrabotas melancólico.
La policía atemorizada huye de estos monstruos
En dirección del centro de la ciudad
En donde estallan los grandes incendios de fines de año
Y un valiente encapuchado pone manos arriba a dos madres de la caridad.
Los vicios del mundo moderno:
El automóvil y el cine sonoro,
Las discriminaciones raciales,
El exterminio de los pieles rojas,
Los trucos de la alta banca,
La catástrofe de los ancianos,
El comercio clandestino de blancas realizado por sodomitas internacionales,
El auto-bombo y la gula
Las Pompas Fúnebres
Los amigos personales de su excelencia
La exaltación del folklore a categoría del espíritu,
El abuso de los estupefacientes y de la filosofía,
El reblandecimiento de los hombres favorecidos por la fortuna
El auto-erotismo y la crueldad sexual
La exaltación de lo onírico y del subconsciente en desmedro del sentido común.
La confianza exagerada en sueros y vacunas,
El endiosamiento del falo,
La política internacional de piernas abiertas patrocinada por la prensa reaccionaria,
El afán desmedido de poder y de lucro,
La carrera del oro,
La fatídica danza de los dólares,
La especulación y el aborto,
La destrucción de los ídolos.
El desarrollo excesivo de la dietética y de la psicología pedagógica,
El vicio del baile, del cigarrillo, de los juegos de azar,
Las gotas de sangre que suelen encontrarse entre las sábanas de los recién desposados,
La locura del mar,
La agorafobia y la claustrofobia,
La desintegración del átomo,
El humorismo sangriento de la teoría de la relatividad,
El delirio de retorno al vientre materno,
El culto de lo exótico,
Los accidentes aeronáuticos,
Las incineraciones, las purgas en masa, la retención de los pasaportes,
Todo esto porque sí,
Porque produce vértigo,
La interpretación de los sueños
Y la difusión de la radiomanía.
Como queda demostrado, el mundo moderno se compone de flores artificiales
Que se cultivan en unas campanas de vidrio parecidas a la muerte,
Está formado por estrellas de cine,
Y de sangrientos boxeadores que pelean a la luz de la luna,
Se compone de hombres ruiseñores que controlan la vida económica de los países
Mediante algunos mecanismos fáciles de explicar;
Ellos visten generalmente de negro como los precursores del otoño
Y se alimentan de raíces y de hierbas silvestres.
Entretanto los sabios, comidos por las ratas,
Se pudren en los sótanos de las catedrales,
Y las almas nobles son perseguidas implacablemente por la policía.
El mundo moderno es una gran cloaca:
Los restoranes de lujo están atestados de cadáveres digestivos
Y de pájaros que vuelan peligrosamente a escasa altura.
Esto no es todo: Los hospitales están llenos de impostores,
Sin mencionar a los herederos del espíritu que establecen sus colonias en el ano de los
recién operados.
Los industriales modernos sufren a veces el efecto de la atmósfera envenenada,
Junto a las máquinas de tejer suelen caer enfermos del espantoso mal del sueño
Que los transforma a la larga en unas especies de ángeles.
Niegan la existencia del mundo físico
Y se vanaglorian de ser unos pobres hijos del sepulcro.
Sin embargo, el mundo ha sido siempre así.
La verdad, como la belleza, no se crea ni se pierde
Y la poesía reside en las cosas o es simplemente un espejismo del espíritu.
Reconozco que un terremoto bien concebido
Puede acabar en algunos segundos con una ciudad rica en tradiciones
Y que un minucioso bombardeo aéreo
Derribe árboles, caballos, tronos, música.
Pero qué importa todo esto
Si mientras la bailarina más grande del mundo
Muere pobre y abandonada en una pequeña aldea del sur de Francia
La primavera devuelve al hombre una parte de las flores desaparecidas.
Tratemos de ser felices, recomiendo yo, chupando la miserable costilla humana.
Extraigamos de ella el líquido renovador,
Cada cual de acuerdo con sus inclinaciones personales.
¡Aferrémonos a esta piltrafa divina!
Jadeantes y tremebundos
Chupemos estos labios que nos enloquecen;
La suerte está echada.
Aspiremos este perfume enervador y destructor
Y vivamos un día más la vida de los elegidos:
De sus axilas extrae el hombre la cera necesaria para forjar el rostro de sus ídolos.
Y del sexo de la mujer la paja y el barro de sus templos.
Por todo lo cual
Cultivo un piojo en mi corbata
Y sonrío a los imbéciles que bajan de los árboles.
16/5/11
espaiks declaration
15/5/11
El gran dragón (I)
"El cuerpo humano necesita trabajar y moverse, pero no es conveniente sobrepasar sus límites. El movimiento y el trabajo muscular contribuyen a evacuar el exceso de gases, hacen que sea fluída la circulación sanguínea y posibilitan una cierta inmunidad general frente a las enfermedades. Esto es: como el eje de la puerta que no se pudre nunca por hallarse en constante movimiento. Los sabios antepasados nos enseñan que uno puede alcanzar la longevidad si se mueve tal como lo hacen en la naturaleza el oso y el águila". "Cuando sientas alguna molestia física, comienza a practicar la gimnasia de los cinco animales o la de uno de los cinco y no dejes de hacerlo hasta romper a sudar, de modo que la cara te brille y se despierte tu apetito".
Huan Tuo, médico chino
Los ejercicios de los Cinco Animales combinan la mente, la figura y la respiración. En estos ejercicios es necesaria una integración total y completa de mente, espíritu, cuerpo, respiración y movimiento. Los movimientos han de ser ágiles, espontáneos y flexibles. Hay que respirar de modo profundo y rítmico de acuerdo con los movimientos y actuar con el espíritu del animal cuyo movimiento se realiza.
El Tigre con sus ojos brillantes, corre a saltos o gira el cuerpo tan rápidamente como el relámpago, mostrando sus poderosas garras; el Ciervo, en tanto, manso y obediente, se mueve con firmeza y agilidad al correr o permanecer quieto, con tanta gracia que uno se ve impulsado a amarlo; el Mono travieso, ora trepa a un árbol para recoger frutas, ora mira para allá o para acá, mostrando una inteligencia casi humana; el Oso, gordo, es un animal que parece torpe pero sereno, y sin embargo sus movimientos hacen que uno se libre de preocupaciones y se expanda su caja torácica; la Grulla que extiende las alas, se dispone a arrancar el vuelo, una vez alcanza el cielo deja de verse, escondida tras las nubes, para aparecer después por entre ellas tal como una figura del algún dios celestial.
de www.taijiquan.info/chikungm
LA AUTONOMÍA COMO OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN II
LA AUTONOMÍA COMO OBJETIVO DE LA EDUCACIÓN I
13/5/11
akerman en cydonya
11/5/11
10/5/11
A mi, Hasan, hijo de Mohamed el pesador, a mi, Juan León de Médicis, circuncidado a manos de un barbero y bautizado a manos de un papa, me llaman hoy el Africano, mas no soy de África, ni de Europa, ni de Arabia. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, mas no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, mi patria es la caravana, y mi vida la más inesperada de las travesías.
Mis muñecas han conocido a veces las caricias de la seda y a veces las injurias de la lana, el oro de los príncipes y las cadenas de los esclavos. Mis dedos han levantado mil velos, mis labios han hecho sonrojar a mil vírgenes, mis ojos han visto agonizar ciudades y caer imperios.
De mi boca oirás el árabe, el turco, el castellano, el bereber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues todas las lenguas, todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. Sólo soy de Dios y de la tierra, y a ellos regresaré un día cercano.
Y tú quedarás tras de mi, hijo mío. Y tú conservarás mi recuerdo. Y leerás mis libros. Y volverás a ver entonces esta escena: tu padre, vestido de napolitano en esta galera que lo devuelve a la costa africana, garabateando como un mercader que hace balance al término de un largo periplo.
Pero, ¿no es esto en cierto modo lo que ahora hago: qué he ganado, qué he perdido, qué decirle al Acreedor supremo? Me ha prestado cuarenta años que he llegado a dispersar a merced de los viajes: mi sabiduría ha vivido en Roma, mi pasión en El Cairo, mi ansiedad en Fez, y en Granada vive aún mi inocencia.
Principio de León el Africano, de Amin Maalouf
Traducción: J.C.A
8/5/11
20.000 Leguas de viaje submarino
como un débil cristal herido por el fuego
como un lago en que ahora es dulce sumergirse
oh esta paz que de pronto cruza mis dientes
este abrazo de las profundidades
luz lejana que me llega a través de la inmensa lonja de
la catedral desierta
quién pudiera quebrar estos barrotes como espigas
dejad me descansar en este silencioso rostro que nada
exige
dejadme esperar el iceberg que cruza callado el mar sin
luna
dejad que mi beso resbale sobre su cuerpo helado
cuando alcance la orilla en que sólo la espera es posible
oh dejadme besar este humo que se deshace
este mundo que me acoge sin preguntarme nada este
mundo de titíes disecados
morir en brazos de la niebla
morir sí, aquí, donde todo es nieve o silencio
que mi pecho ardiente expire tras de un beso a lo que
es sólo aire
más allá el viento es una guitarra poderosa pero él no
nos llama
dejadme entonces besar este astro apagado traspasar el
espejo y llegar así adonde ni siquiera el suspiro es
posible
donde sólo unos labios inmóviles
ya no dicen o sueñan
y recorrer así este inmenso Museo de Cera deteniéndome
por ejemplo en las plumas recién nacidas
o en el instante en que la luz deslumbra a la crisálida
y algo más tarde la luna y los susurros
y examinar después los labios que fulgen
cuando dos cuerpos se unen formando una estrella
y cerrar por fin los ojos cuando la mariposa próxima a
caer sobre la
tierra sorda quiere en vano volver sus alas hacia lo verde
que ahora la desconoce.
7/5/11
la flecha de cupidón
avanzando con mi piragua
quejumbrosos espectros].
sostenido por el sol solo]
KyE
6/5/11
el lobo bobo y la zorra astuta
-Compadre -le dijo la zorra-, veo que aquí lo que falta es un tarrito de miel.
-Verdad es -contestó el lobo.
Y como acertaba a la sazón a pasar por la calle un hombre pregonando:
Miel de abejas,
zumo de flores,
comprola el lobo, y llenó con ella un tarrito, diciéndole a su comadre que, estando rematada la obra de su casa, la convidaría a un banquete y se comerían la miel.
Pero la obra no se acababa nunca, y la zorra, que se chupaba las patas por la miel, estaba deshaciéndose por zampársela.
Un día le dijo al lobo:
-Compadre, me han convidado para madrina de un bautizo, y quisiera que me hiciese usted el favor de venirse a mi casa a cuidar de mis zorritas, entre tanto que estoy fuera.
Accedió el lobo, y la zorra, en lugar de ir al bautismo, se metió encasa del lobo, se comió una buena parte de la miel, cogió nueces, avellanas, higos, peras, almendras y cuanto pudo rapiñar, y se fue al campo a comérselos alegremente con unos pastores, que en cambio le dieron leche y queso.
Cuando volvió a su casa, dijo el lobo:
-Vaya, comadre; ¿qué tal ha estado su bautizo?
-Muy bueno -contestó la zorra.
-Y el niño, ¿cómo se llama?
-«Empezili» -respondió la supuesta madrina.
-¡Ay, qué nombre! -dijo su compadre.
-Ese no reza en el almanaque. Es un santo de poca nombradía -respondió la zorra.
-¿Y los dulces? -preguntó el compadre.
-Ni un dulce ha habido -respondió la zorra.
-¡Ay, Jesús, y qué bautismo! -dijo engestado el lobo-. ¡No he visto otro! Yo me he quedado aquí todo el día como una ama de cría con las zorritas por tal de comerlos, y se viene usted con las patas vacías. ¡Pues está bueno!
Y se fue enfurruñado.
A poco tuvo la zorra grandes ganas de volver a comer miel, y se valió de la misma treta para sacar al lobo de su casa, prometiéndole que le traería dulces del bautismo. Con esas buenas palabras convenció al lobo, y cuando volvió a la noche, después de haberse pasado un buen día de campo y haberse comido la mitad de la miel, le preguntó su compadre que cómo le habían puesto al niño. A lo que ella contestó:
-«Mitadili».
-Es un santo moro -le respondió su comadre.
Y el lobo quedó muy convencido de este marmajo, y le preguntó por los dulces.
-Me eché un rato a dormir bajo un olivo, vinieron los estorninos y se llevaron uno en cada pata y otro en el pico -respondió la zorra.
El lobo se fue enfurruñado y renegando de los estorninos.
Al cabo de algún tiempo fue la zorra con la misma pretensión a su compadre.
-¡Que no voy! -dijo este-. Que tengo que cantarle la nana a sus zorrillas para dormirlas, y no me da la gana de meterme al cabo de mis años a niñera, sin que llegue el caso que traiga usted un dulce siquiera de tanto bautizo a que la convidan.
Pero tanta parola le metió la comadre y tantas promesas le hizo de que le traería dulces, que al fin convenció al lobo a que se quedase en su choza.
Cuando volvió la zorra, que se había comido toda la miel que quedaba, le preguntó el lobo que cómo le habían puesto al niño, a lo que contestó:
-«Acabili».
-¡Qué nombre! ¡Nunca lo he oído! -dijo el lobo.
-A ese santo no le gusta que suene su nombre, respondió la zorra.
-Pero ¿y los dulces? -preguntó el compadre.
-Se hundió el horno del confitero y todos se quemaron -respondió la zorra.
El lobo se fue muy enfadado, diciendo:
-Comadre, ojalá que a sus dichosos ahijados «Empezili», «Mitadili» y «Acabili», se les vuelvan cuantos dulces se metan en la boca guijarros.
-Compadre, lo prometido es deuda; su casa de usted está rematada, y tiene usted que darme el banquete que me prometió.
El lobo, que tenía todavía coraje, no quería; pero al fin se dejó engatusar, y se dio el convite a la zorra.
Cuando llegó la hora de los postres, trajo, como había prometido, la orza de miel, y venía diciendo al traerla:
-¡Qué ligera que está la orcita! ¡Qué poco pesa la miel!
Pero cuando la destapó se quedó cuajado al verla vacía.
-¿Qué es esto? -dijo.
-¡Qué ha de ser! -respondió la zorra-. ¡Que usted se la ha comido toda para no darme parte!
-Ni la he probado siquiera -dijo el lobo.
-¡Qué! Es preciso, sino que usted no se acuerda.
-Digo a usted que no, ¡canario! Lo que es que usted me la ha robado, y que sus tres ahijados, «Empezili», «Mitadili» y «Acabili», han sido empezar, mediar y acabar con mi miel.
-¿Conque tras que usted se comió la miel por no dármela, encima me levanta un falso testimonio? Goloso y maldiciente, ¿no se le cae a usted el hocico de vergüenza?
-¡Que no me la he comido, dale! Quien se la ha comido es usted, que es una ladina y ladrona, y ahora mismo voy al león a dar mi queja.
-Oiga usted, compadre, y no sea tan súbito -dijo la zorra-. El que comió miel, en poniéndose a dormir al sol la suda. ¿No sabía usted eso?
-Yo, no- dijo el lobo.
-Pues mucha verdad que es -prosiguió la zorra-. Vamos a dormir la siesta al sol, y cuando nos despertemos, aquel que le sude la barriga miel, no hay más sino que es el que se la ha comido.
Convino al cabo, y se echaron a dormir al sol.
Apenas oyó la zorra roncar a su compadre, cuando se levantó, arrebañó la orza y le untó la barriga con la miel que recogió. Se lamió la pata y se echó a dormir.
Cuando el lobo se despertó y se vio con la barriga llena de miel, dijo:
-¡Ay, sudo miel! Verdad es, pues yo me la comí. Pero puedo jurar a usted, comadre, que no me acordaba. Usted perdone. Hagamos las paces, y váyase el demonio al infierno.
Fernán Caballero.