me rondan brazos abiertos
lo extraño que me siento con estos ojos
que de sentir extrañeza
ya no pertenecen a este mundo
a los que no ven en mis espejos
el color de sus propios ojos
mi alma tan fuera y tan dentro
que siento en el pecho
me paso el día navegando
y he vuelto a perder la atención.
Ahora te miro pero no te veo
ahora te escucho pero no te entiendo.
la línea que separa
la tierra
del cielo
he perdido el sur de mi mundo imaginado
de pensamiento.
dulce delirio de lúcida agonía
ha vuelto a hacerme amar el día
que quieren despertarme
antes de amanecer.
Y he vuelto a ver una mirada
que me eleva en un segundo de eternidad
en estos escalones de grava escondida,
en algún rincón de cal
perdido en la ciudad profunda.
¿Vuelves?
Me dices,
siento que no sé qué decirte
y ahora sabes que es un esfuerzo vano
renunció a su nombre.