30/1/12

Mi comadre tristeza

Yo creía que el Sol bañaba el rostro del valle
y empapaba de gracia los cristalinos sauces.
Pero ah, cuán equivocado estaba.

Yo pensaba que el amor fulgiría con locura,
y se fundirían la sangre y el fuego.
Pero ah cuán grande era mi error.

Yo sentía que la pureza me guiaría
como el cayado a Moisés.
Pero ah qué fatal desilusión.

Yo sabía que el dolor y la pena
helarían mis huesos hasta el alma
Y ay, cuánta razón…

S. Platón

28/1/12

Mateo el panadero


perdió a su burro Perico a causa de una bala de trabuco perdida. "Meseabéih buhcao la ruina", dijo entre sollozos.




21/1/12

Púas de Acero - Capítulo III




3.

En un lugar del averno de cuyo nombre no me acuerdo se lleva a cabo una entrevista crucial:

H (viajero que llega a las puertas de la sala de torturas)
G (Guardián demoníaco encargado de la entrevista)

H - Hola, buenas, ¿es por aquí?
G - Si, tome asiento.
H - ...
G - Debe usted responder solo y solo a las preguntas que le plantee. Dependiendo de estas respuestas, será usted reenviado a los fuegos del sufrimiento o a la sala de prórroga, ¿de acuerdo?
H - Está bien.

El guardián tiene un aspecto casi humano, o al menos su forma recuerda a la de un humano, pero su tez cenicienta y sus movimientos evocan ciertos rasgos de una metadimensionalidad forzosa. En completo silencio, se da media vuelta y busca algo en un armario forjado en acero. El viajero observa el tatuaje tribal de su espalda y sus dos muñones a la altura de las costillas que indican que en el pasado debió haber sido capaz de volar.
Finalmente, el guardián saca un formulario y lo deposita sobre la mesa.

G- Adelante. ¿Cuáles son sus credenciales?

El viajero busca en el bolsillo de su chaqueta un impreso que, antes de llegar a la frontera con el túnel blanco, una señorita enclaustrada en una cabina de peaje le remitió a cambio de sus últimas pertenencias. Saca el documento del bolsillo y se lo entrega al guardián:

G- Veamos (despliega la hoja) Nº de expediente 1357-666. Agudo e insensible. Incongruente. Desorientado y desleal. Fugitivo de facultades, precursor del más avieso teísmo, tendencia antisistema, individualista. ¿Su número de prisión?
H - 5544346543, península de iberia, traslado forzoso en 2001 d.d.JC
G - Por favor, no vuelva a mencionar eso.
H - ¿El qué?
G - ¿Razones de su relegamiento?
H - Renuncié a los requerimientos legales necesarios para optar a una vida mortal eficiente y de provecho. También dejé de pagar algunos impuestos, todo sea dicho.

El guardián no deja de anotar, concentrando su ceño en la hoja.

G - ¿Y el cargo concreto por el que fue acusado?
H - No fui acusado. Se me eligió como ejemplo de antidinamismo, ya se lo he comentado a la señorita de los cuernos.

El guardián deja de escribir y levanta la cabeza sorprendido:

G - Entonces su caso ha de ceñirse a un expediente de carácter extraordinario. En otras palabras, usted no es candidato a entrar en los fuegos del sufrimiento.
H - Ciertamente, confieso que se trata de una elección propia.
G – ¿Cómo dice? (frunce el ceño) Déjeme consultar con el encargado de la forja.

Dicho lo cual, el Guardián introduce una mano por debajo del escritorio y, acto seguido, se abre una de las puertas de la sala. Aparece un enorme y corpulento ser (D), de amplio vientre y con gafas. Su armadura, ennegrecida por el humo del carbón, parece estar al rojo vivo y sus ojos sin pupilas son como dos pelotas empapadas en sangre clara.

D - ¿Vamos a ver, no le han dicho a usted que se dirigiera a la estancia K?
H - Sí, pero estaba cerrada y no había nadie.
D - Entonces espere su turno, es posible que haya habido un error en las credenciales. Vuelva a la sala de espera y aguarde a que el Centollo de pared proclame su nombre.
G - Pero Ignaitius, este hombre dice que quiere ser reasignado a los fuegos del sufrimiento.

El obeso ser encargado de la forja estalla en una carcajada prolongada que retumba en la bóveda metálica de la sala.

D - Eso es imposible. Es a través de su expediente como determinamos su destino de traslado definitivo.
H - Pero...
D - De ninguna manera. ¿Cree usted que va a venir aqui a decirnos como tenemos que trabajar? No piense ni por un segundo que vamos a romper dos mil años de tradición luciferiana porque a usted le de la gana. No hay más que hablar y no nos haga perder el tiempo. Vuelva a la sala de espera.

El demonio corpulento vuelve por donde había aparecido y el viajero no tiene más remedio que esperar a ser adjudicado a la sala K.
En la sala de espera se encuentra con dos mujeres y tres hombres. Uno de ellos se queda mirándole fijamente. Respira agitado y nervioso, algo que no cuadra con su aspecto corpulento y tranquilo. Sus grandes manos acentúan sus palabras con sobriedad, "de altos hornos", dice él (B) tras una breve presentación.

B- Y yo le dije a la señora del túnel que debía ser un error, pero consultó en el ordenador e imprimió una hoja que me entregó diciendo: "nosotros no nos equivocamos nunca, señor"
H - Pero no hay derecho, ya que nos espera una eternidad de castigo, debemos actuar por nuestros intereses.
B - Eso le dije yo, pero me respondió secamente que habíamos tenido toda la vida para eso...

El viajero se sienta e inspira el aire sulfatado de aquella sala roja para armarse de paciencia... Tras un tiempo indeterminado, empiezan a formarse en su memoria imágenes que nunca había recordado en vida... las de su nacimiento.

Recordó cómo se abrían las puertas al final de un túnel negro. Unas extraños individuos vestidos de blanco formaban un particular comité de bienvenida al mundo. Pero no sólo aquellos seres. TODO era blancura. Percibió un olor bastante desagradable, un aséptico aroma de algo que parecía querer herir su frágil piel, y con horror se vio maniatado por seres irreconocibles que vestían disfraces y máscaras transparentes. Con ojos calculadores practicaron en él experimentos de corte y análisis. Ejercían un control pulcro y perfecto, pues conocían en cada momento cada fase de la operación. De fondo escuchaba los jadeos de su madre, la loba amamantadora que tragaba sus aullidos consolada por unas manos de látex.
Más afiladas herramientas pujaron por su ser, desahuciado, indefenso... Allí recibio también el primer cachete de su existencia. Otros plásticos, cables y aparatos electrónicos indicaban su estado vital. Casi al comienzo, su consciencia grabó aquello como un hito impalpable, y a lo largo de su existencia, el olor de la extrema pulcritud y la mirada de aquellos ojos extraños y dilatados provocarían en él enfermizas obsesiones.

EL viajero deshace estos recuerdos, transformándolos en una nube que pasa (toda su vida casi no bastó para aprender a hacer eso) y echa una ojeada a aquellos seres que le rodean, en la sala de espera roja, desnudos como él. Todos aspirantes a arder eternamente, ajenos al hecho de haber nacido un día tan lejano que no merecerá la pena recordar. El viajero piensa que, al fin y al cabo, los muertos superan a los vivos en una cantidad imposible de concebir.

"Tus entrañas serán tu juez y tus fluídos arderán con ellas", clamó el centollo de la pared a modo de versículo satánico, y todos asintieron como si supieran de qué iba la cosa...

lo que hay que hacé pa comé

Como Ulises

19/1/12

Moisés en el monte Sinaí

Regateando los 10 mandamientos con Dios.

Cerebrando III: Ou Bao & Du Poy

Ou Bao: Era un ser extraño, sin duda.

Du Poy: Mira quienes hablamos.

Ou Bao: No he dicho que nosotros no lo seamos.

Du Poy: Pues parece que no se nos da mal del todo fingir que somos más convencionales de lo que somos. Hay personas que no pueden o no quieren engañar a nadie.

Ou Bao: Ah, pero es que yo tampoco quiero engañar a nadie; la diferencia es que yo uso el truco del silencio.

Du Poy: Pues yo sí quiero engañar a más de uno. A veces, parecer como los demás facilita la tarea. Esto puede ser una virtud o un defecto: una carencia de la capacidad de ser yo mismo con todo el mundo.

Ou Bao: A nadie le falta esa capacidad, pero a unos les importa menos que a otros integrarse en la manada. Y bueno, yo también engaño a mi manera: callando. Porque la gente acepta mejor a un tonto que a un marciano.

Du Poy: Yo, cuando callo, lo hago por algo más que eso. Callo porque no veo la necesidad de decir nada. Y te diré que callar parece cosa de locos a muchas personas.

Ou Bao: Sí, no cabe duda de que a muchos les parezco un loco. Empezando por mí.

Du Poy: Eso es buena señal, y no me refiero a que el primer paso sea reconocerlo, sino a estar loco en sí.

Ou Bao: Hombre, depende del tipo de locura.

Du Poy: ¿Estás en situación de ver un vídeo?

Ou Bao: Pues depende de la duración. A ver...

Du Poy: Es sólo para que escuches un experimento, que lo encontrarás si pones el minuto 7 de este vídeo:

http://www.youtube.com/watch?v=Bletk4IKSFg&feature=related

Ou Bao: Gran verdad: somos víctimas de nuestros recuerdos. Cuánto cambiarían las cosas si hiciéramos caso a eso de que cada día tiene su propio afán.

Du Poy: Supongo que "afán" puede sonar a tarea superficial. Lástima de la traducción,

Ou Bao: Traducción un tanto arcaica, sí, pero no desacertada, si se tiene en cuenta que Jesucristo anteriormente habla de trabajos y quehaceres. De hecho, se diría que en ese texto Jesús incita a no trabajar,

Du Poy: Eso parece. De momento tú y yo eso lo estamos cumpliendo muy bien.

Ou Bao: Pues sí, y lo mío tiene pinta de ser definitivo. ¡Me estoy ganando el cielo! En cuanto a Chopra, espero que su afirmación se base en estudios científicos y no lo diga alegremente. Sin pruebas, quiero decir.

Du Poy: No creo que sea falso lo que dice.

Ou Bao: Pues sí, no me extrañaría que fuera verdad. Yo soy de los de recuerdos “perseverantes”

Du Poy: Lo que dice Chopra de los lugares tiene sentido también.

Ou Bao: Sí, eso es lo que yo llamo "el espíritu de una ciudad", pero supongo que no es más que los recuerdos que evoca. Por ejemplo, solía deprimirme cuando iba a ciertos lugares de Badajoz.

Du Poy: Yo suelo deprimirme en muchos lugares de Badajoz.

Ou Bao: Sí, Badajoz deprime y no solo por los recuerdos que evoca.

Du Poy: La diferencia con los humanos es que, aunque seamos animales, podemos hacer cosas planeadas conscientemente. Sabemos cómo romper las costumbres emocionales y lo haríamos si quisiéramos.

Ou Bao: Sí, haríamos muchísimas más cosas de las que hacemos si quisiéramos. Por ejemplo, hablan del insomnio motivado por usar el dormitorio para menesteres distintos a los que le son propios: entiéndase dormir y sexo. Yo me paso casi todo el día en el dormitorio y no es que duerma muy bien.

Du Poy: Lo mismo me pasa a mi. Paso mucho tiempo aquí. Hago ejercicio, trabajo y duermo en él. ¡Con el salón tan hermoso que tengo!

Ou Bao: El salón de aquí tampoco estaría nada mal si estuviera climatizado. Quizá exagero, pero 35 de máxima, 24 de mínima y de 70 a 90% de humedad casi todos los días del año es como para clamar al cielo.

Du Poy: Pocos europeos aguantarían en esa zona de México, desde luego. Por cierto, ¿cuánto tiempo llevas en esa tierra?

Ou Bao: Dos años, un mes y unos días. Por cierto, haciendo un paréntesis… me comentan que en un programa que van a emitir dentro de un rato aquí en México va a estar Jodorowsky. Intentaré verlo y ya te contaré mañana qué dice el hombre, si puedo verlo.

Du Poy: Ya me dirás, aunque sé que a Jodorowsky le cortaste la cabeza hace tiempo. Para mi solo existe una razón por la que me interesa lo que dice, y es porque veo que es una persona feliz. Considero una imprudencia no escuchar a una persona que se muestra más feliz que el humano medio. Porque es feliz con conciencia, no ingenuamente.

Ou Bao: Sí, aparentemente es feliz el hombre.

Du Poy: Yo no idealizo a nadie, pero diría que su felicidad va más allá de la apariencia. Un hombre que es feliz mientras te explica por qué de esa manera, algo tiene. Sólo sé que me he encontrado con personas negativas que han intentado enseñarme cosas y no suelen hacerlo muy bien.

Ou Bao: De las aves de mal agüero no se aprende nada bueno, desde luego. Salvo a no ser como ellos que, bien pensado, no es poco.

Du Poy: No enseñan nada bueno ni nada nuevo. Hay que tener cuidado con las enseñanzas expresadas negativamente: podemos caer en el error de confundir un sentimiento de reafirmación autocompasiva con un verdadero aprendizaje.

Ou Bao: Pues sí. El lado oscuro de la vida no tiene que enseñarlo nadie. Se presenta a sí mismo.

Du Poy: Hay quien dice que el lado de la luz también se presenta a sí mismo continuamente. Es más una cuestión de en qué cosa ponemos énfasis. Pero, ¿merece la pena intentar vivir en lo positivo todo el tiempo?

Ou Bao: Se han dicho muchas cosas sobre la felicidad, pero creo que una de las más acertadas es aquello que dijo… me parece que fue Giacomo Leopardi: "Cada uno es tan infeliz como cree serlo." ¿Que si merece la pena? Pues esta vez estoy seguro de que fue Yoda quien dijo "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes".

17/1/12

neon karma




Machines are treading on our ruins,
By human hands they were built to serve us all
Face the revolution, time to leave our thrones behind
This is the day when the robots walk the earth

[Chorus:]
No flesh, no races in the age of cyber Christ
No blood through the bodies, neon karma is closing in

No room for weak emotions, pain or tears
The mankind spawn, watching us through metal eyes

Welcome my sons
My new Messiah
[ Lyrics from: http://www.lyricsmode.com/lyrics/s/stormlord/neon_karma.html ]
Staring at the clouds where laser angels fly,
Future looks bright

Gaze into a moon whose circuits light the night,
Gleaming through the rain
We celebrate our end

One mind to rule the nations
Mankind: inferior breed
One doom: annihilation
Mankind: evolution's prey

Let us burn

[Chorus:]
No flesh, no races in the age of cyber Christ
No blood through the bodies, neon karma is closing in
Neon karma is closing in, let your kingdom come

SNIFF XI

EJERCICIOS RESPIRATORIOS BÁSICOS

[adelante, probemos y comprobemos]

Los diferentes ejercicios respiratorios proporcionan diferentes be¬neficios. Unos, por ejemplo, favorecen específicamente la asimilación y la circulación del oxígeno y el Qi, mientras que otros se concentran en la rápida expulsión de toxinas de los pulmones y la corriente san¬guínea, y otros son sedantes o estimulantes para el organismo. Me¬diante la práctica de una variedad de ejercicios distintos, el adepto ob¬tiene toda la gama de beneficios y aprende a utilizar cada uno de ellos para aplicaciones prácticas concretas.

Quienes no han practicado nunca la respiración abdominal pro¬funda deberían antes que nada familiarizarse con el diafragma por medio del siguiente ejercicio. Tiéndase de espaldas sobre una alfom¬bra, un césped o cualquier otra superficie plana y firme, pero no en un colchón. Relaje completamente el cuerpo, con las piernas estiradas y ligeramente separadas, los brazos a los lados y el cuello cómoda¬mente estirado. Apoye una palma sobre el abdomen, justo por debajo del ombligo, y coloque la otra sobre la caja torácica. Acto seguido, vacíe del todo los pulmones y comience a inhalar lentamente por la nariz, dirigiendo el aire hacia el fondo de los pulmones. A menos que tenga el diafragma y la pared abdominal completamente paralizados, notará que la parte inferior del abdomen se le va hinchando a medida que inhala.

Cuando el abdomen deje de dilatarse, siga inspirando y fí¬jese cómo se abre la caja torácica según va entrando el aire en la parte media de los pulmones. Retenga el aliento unos pocos segundos y co¬mience a exhalar por la nariz de forma lenta, larga y controlada. Esta vez notará que la caja torácica es lo primero que se cierra, seguida por la contracción del abdomen inferior. Ésta es la sensación correcta de la respiración abdominal profunda. A continuación, coloque una piedra lisa y redonda o un listín telefónico sobre el bajo abdomen y repita el ejercicio con los brazos estirados a ambos lados del cuerpo, haciendo subir y bajar el peso mediante las extensiones y contraccio¬nes de la pared abdominal. Practique estos dos ejercicios a diario du¬rante un par de semanas, hasta que haya comprendido bien cómo fun¬cionan el diafragma y la pared abdominal durante la respiración profunda, y luego comience con la práctica regular de los ejercicios que se explican a continuación:


EL FUELLE

Se trata de un ejercicio respiratorio clásico destinado a eliminar to¬xinas de los pulmones y de la corriente sanguínea, cosa especialmente importante en esta época de contaminación ambiental. Debería practi¬carse entre los ejercicios de larga vida, al principio de los ejercicios de respiración profunda y siempre que note estancadas la respiración y la circulación.

Postura: Postura del Caballo, o bien sentado.

Técnica: Apoye firmemente la lengua sobre el paladar y manténgala ahí durante todo el ejercicio.
Comience expulsando con fuerza todo el aire de los pulmones por medio de una vigorosa contracción de la pared abdominal. Puede exhalar por la nariz o por la boca: si el tiempo es frío y seco, hágalo por la nariz; si es caluroso y húmedo, re¬sulta preferible exhalar por la boca. Inmediatamente después de la ex¬pulsión del aire, deje que los pulmones vuelvan a llenarse natural¬mente a consecuencia del vacío creado en su interior y ejerza un pequeño esfuerzo adicional para llenarlos únicamente hasta la mitad, más o menos. Los pulmones no han de llenarse más allá de la mitad durante la práctica del Fuelle, y no se debe hacer ningún esfuerzo para inhalar. Concéntrese plenamente en las exhalaciones abdomina¬les que vacían por completo los pulmones.

En este ejercicio no se hace ninguna pausa ni retención del aliento.

Cuando los pulmones estén medio llenos, contraiga de inmediato la pared abdominal para la expulsión forzada de otra bocanada de aire. Luego deje que vuelva a entrar el aire y vaya repitiendo conti¬nuamente estos pasos al ritmo de unas 20 respiraciones por minuto. El sonido y la sensación deben ser los de un fuelle que aviva lenta¬mente las llamas de una hoguera con voluminosos golpes de aire.

Si durante la realización de este ejercicio experimenta la sensación de «quedarse sin aire» y necesita cobrar aliento, limítese a hacer una pausa e inhalar lenta y profundamente. Retenga el aire unos segun¬dos, exhale a fondo y continúe con el Fuelle.

Esta respiración puede practicarse durante dos o tres minutos en cualquier momento del día o de la noche, con el fin de expulsar toxi¬nas y rejuvenecer el sistema de energía, y debería incorporarla tam¬bién a su programa habitual. Puesto que el Fuelle deja la corriente sanguínea súper oxigenada, tras cada sesión de respiración de Fuelle es aconsejable restablecer la proporción normal de oxígeno / dióxido de carbono mediante unas cuantas inhalaciones profundas seguidas de breves retenciones.

Observaciones: Debido a las pronunciadas contracciones de la pared abdominal, en este ejercicio no se aplica el cerrojo abdominal, pero hay que mantener el ano y el cuello medio bloqueados.
Procure no hacer muecas. La tensión de los músculos faciales [?? incompleto]
cabeza.
Mantenga los hombros relajados y recurra únicamente a las contracciones abdominales para expeler el aire de los pulmones.

Beneficios: El Fuelle expulsa el aire residual viciado de los más pro¬fundos repliegues de los pulmones y limpia y despeja eficazmente todas las vías aéreas de la garganta y la cabeza. Como ayuda a expeler las toxinas de los alvéolos, constituye una excelente terapia para los fumadores y los habitantes de zonas urbanas. El aumento de los nive¬les de oxígeno durante la respiración en Fuelle revitaliza la sangre y los tejidos y estimula el metabolismo. Las dosis adicionales de oxígeno resultan muy calmantes para los circuitos «de acción» del sistema ner¬vioso simpático, al tiempo que estimulan, entre otras, las funciones di¬gestivas del sistema neumogástrico.

El Fuelle tonifica y fortalece el diafragma y los músculos abdomi¬nales, lo que redunda en una mejoría general del control respiratorio. Amplifica el poder impulsor del diafragma sobre la circulación arterial y venosa, con lo que asegura la circulación de la sangre hasta los más minúsculos capilares.

Las contracciones rítmicas de la pared abdominal aumentan la oxi¬genación de los tejidos abdominales, lo que contribuye a quemar el exceso de grasa abdominal. Asimismo, estas vigorosas contracciones proporcionan un masaje terapéutico a los órganos y glándulas inter¬nos.

El Fuelle refresca el cerebro al irrigarlo con sangre rica en oxí¬geno. Las vigorosas exhalaciones envían una serie de poderosas olea¬das por todo el sistema circulatorio, que se desplazan por las arterias carótidas hasta el cerebro, donde hacen que éste se dilate y se con¬traiga rítmicamente, ejerciendo así un masaje cerebral sumamente be¬neficioso que ayuda a distribuir equilibradamente el líquido cefalorra¬quídeo por todos los tejidos cerebrales. A pesar de ello, este ejercicio no ofrece ningún riesgo en absoluto para el cerebro, pues la presión de la sangre permanece constante. Lo único que aumenta es el ritmo y el volumen de la circulación sanguínea.

Compruebe usted mismo la lucidez que se experimenta tras la práctica del Fuelle. Pruébelo cuando se encuentre físicamente ex¬hausto, mentalmente confuso o emocionalmente alterado. Le sorpren¬derá descubrir lo rápidamente que restaura el equilibrio e incrementa los niveles de energía.

15/1/12

Cuatro Infinitos

Antes de que existiese el Mundo
Estaba el Misterio:
Silencioso, sin fondo,
Solitario, inmutable,
En todas partes y siempre en movimiento,
La Madre del Mundo.
No conozco su nombre, por lo que le llamo Tao;
No conozco su límite, por lo que le llamo Infinito.

Siendo infinito, fluye para siempre,
Fluyendo para siempre, vuelve a Sí Mismo.

Uno Mismo sigue el camino del Mundo;
El Mundo sigue el camino de la Naturaleza;
La Naturaleza sigue el camino del Tao;
El Tao es el Camino.

Tao es infinito,
por tanto la Naturaleza es infinita,
por tanto el Mundo es infinito,
por tanto Uno Mismo es infinito.
Son cuatro Infinitos,
Y el Yo es uno de ellos.


Tao Te Ching

7/1/12

Hay quienes piensan que los humanos hemos modificado las reglas de la selección natural, o que a nosotros no se aplican. Tal vez nos creamos inmunes a ella por el hecho de tener cultura (y, con ella, todo tipo de intervenciones y tecnologías médicas), pero la naturaleza sigue funcionando como siempre. La evolución se define como una variación progresiva de las frecuencias genéticas que, a lo largo de generaciones, implica alteraciones en la diversidad genética, y los humanos experimentamos esos cambios en la misma medida que cualquier otro organismo. Unas personas viven, otras personas mueren y algunas transmiten más genes que otras y, como consecuencia, con el tiempo se producen cambios en la diversidad genética humana.

Pero se podría esgrimir que con tanta intervención cultural y tecnológica algo se habrá influido en la composición del acervo genético, y así es. Consideremos, por ejemplo, la viruela. Hace años, millones de personas morían de viruela y sus genes no se heredaban porque muchas de ellas no llegaban a la edad reproductiva. Entonces, la diversidad genética humana perdió los genes de aquella gente. Pero ahora, desde que se erradicó la viruela del planeta, la gente que en condiciones normales fallecería aquejada de ese mal probablemente tiene hijos y, por tanto, contribuye al acervo genético humano. Veamos otro ejemplo. La tasa de natalidad siempre desciende cuanto más desarrollada y rica se vuelve una sociedad. Hoy, las tasas más elevadas de natalidad se sitúan en América Latina, África y Asia. Ahora la mayor cantidad de contribuyentes a la diversidad genética humana se encuentra en esas regiones. Al cabo de muchas generaciones, la especie humana contará con más genes procedentes de estos grupos que de los países desarrollados.

Así pues, la cultura, el desarrollo y la medicina alteran el curso de la genética humana, pero no eliminan la fuerza de la evolución. Además, no olvidemos que la cultura quizá no parezca una fuerza natural, pero, al formar parte de nuestro entorno, es tan natural como las enfermedades, la climatología o los recursos alimenticios. Quienes vivimos en países desarrollados tal vez nos consideremos inmunes a la selección natural por estar rodeados de bienes materiales y alta tecnología, pero se trata de una ilusión. La tecnología no nos protege de nada, y la medicina, por supuesto, no ha curado todas las enfermedades. En los países desarrollados disfrutamos de más comodidades, pero seguimos muriendo e influyendo de un modo diferenciado en las generaciones futuras. Y, lo que es más importante, debemos reparar en que la idea que impera en el mundo desarrollado sobre la especie humana es una concepción muy limitada de la humanidad. La mayoría de los humanos no vive así; más de la mitad de la gente del planeta nunca ha hablado por teléfono.


Meredith F. Small, Departamento de Antropología de la Universidad de Cornell, Ithaca, Nueva York

5/1/12

nietzsche, à la bonne heure

"Y el hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza"

“La decisión cristiana de considerar que el mundo es feo y malo ha hecho al mundo feo y malo.”  

“La única diferencia entre Dios y yo es que yo existo.” 

“Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es más bien condición de ella.”  

“Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.”

1/1/12



Lemon
See through in the sunlight
She wore lemon
But never in the daylight
She's gonna make you cry
She's gonna make you whisper and moan
And when you're dry
She draws her water from the stone


And I feel
Like I'm slowly, slowly,
Slowly slipping under
And I feel
Like I'm holding onto nothing


She wore lemon
To colour in the cold grey night
She had heaven
And she held on so tight


A man makes a picture
A moving picture
Through the light projected
He can see himself up close
A man captures colour
A man likes to stare
He turns his money into light
To look for her


And I feel
Like I'm drifting, drifting,
Drifting from the shore
And I feel
Like I'm swimming out to her


Midnight is where the day begins
Midnight is where the day begins
Midnight is where the day begins


Lemon
See through in the sunlight


A man builds a city
With banks and cathedrals
A man melts the sand so he can
See the world outside
A man makes a car
And builds roads to run them on
A man dreams of leaving
You're gonna meet her there
She's your destination
You gotta get to her
She's imagination
But he always stays behind


And these are the days
When our work has come assunder
And these are the days
When we look for something other